Xavier Cugat nace el 1 de enero de 1900 en la Plaça de l'Oli de Girona.
Creador de alegrías y de emociones, es un pintor por vocación al que el destino inclinó hacia el mundo de la música.
Define su pintura popularista con insinuaciones caricaturescas como su propia imagen del sentido de vivir.
Cabe destacar entre infinidad de premios internacionales, los españoles que premian el trabajo y el comportamiento que ha tenido a lo largo de su vida: Medalla Isabel la Católica, Creu de Sant Jordi, Medalla de oro de la ciudad de Barcelona.